sábado, 20 de septiembre de 2008

CAPITULO I. ETERNAL DREAMS

26/04/91. 14:52. Sour Sensations.
Comencé realmente a temer.
Reapareció nuevamente ese horror, como casi siempre le ocurría mas de una vez a Woody Allen en alguna de sus películas. Era esa misma obsesión intrínseca que parecía que nunca nos dejaba dormir a ninguno de los dos. Especialmente me atrapaba esa maldita sensación cuando podía oír mis propios pensamientos en el entrecruce de Huen-Loo acortando camino hacía Lonquimay. Por momentos me daba cuenta que las imágenes que observaba podrían corresponder a cosas intangibles, y de pronto creaba una hipótesis y casi simultáneamente la descartaba por considerarla falsa. Al llegar al cruce, creí que había encontrado el verdadero objetivo de envejecer: la única forma de quemar etapas -ya que sino no podría hacer cosas futuras propias de un período posterior. Pero la falacia apareció ya que tomaba mi posición desde un punto de partida, en una edad insuficiente para saber lo que uno llegará a hacer cuando logre realmente transitar esos instantes. Cuando llega ese momento en que uno creyó que ya hizo todo lo que podría hacer, sólo le quedaría sentarse a esperar y la sorpresa dejaría de subyugar nuestra ansiedad.
Los tiempos se habrían estrechado demasiado.

Para el cine, parece que lo fundamental, respecto a este caso es la reputación o lo que uno lleva tras de si, lo verdaderamente esencial que recuerdan las personas de uno. Así podríamos perdurar, si por un momento infinitesimal una parte mínima de nuestra herencia sanguínea es recordada por nuestros descendientes. Al mismo tiempo la televisión me entrega la imagen de un Dios que sólo existe cuando las personas necesitan plata o es quebrantada su salud; mientras que al unísono un periodista refinado objeta que aquellos que tienen fe, viven felices esperando la eternidad, y los que carecen de ella igualmente disfrutan ya que saben que después no hay nada más. La peor situación es para aquellos que dudan, viviendo infelices ante la posibilidad de la aparición de una incierta imagen divina. Al caer la noche Umberto Eco me explica qué: -" La humanidad no soporta la idea de que el mundo surgió por casualidad, sólo por que un par de átomos chocaron de pedo. Buscan una conjura cósmica en Dios, el Diablo o los ángeles. Así la antítesis de la anarquía - la sinarquía hermética - es el mismo Dios "-.
De pronto preferiría ser un ignorante o un burócrata de forma vegetal. Muertos en vida. Sus problemas son fácilmente solucionables con dinero o dejándolos pasar.
Una buena forma de enterrarnos. Que le voy hacer, si el Osito Bimbo(1) me creó así.
Por eso es mucho mas simple analizar las relaciones comerciales. Aceptando la división entre dominantes y subordinados. Todo consiste en tener conexiones y vinculaciones; así, algunos inmersos dentro de una crisis consiguen un 6 % mensual en dólares prestando su dinero a otro, qué volverá a repetir la receta a un interés mayor, y a su vez aquel otro prestará ese dinero a pobres inocentes que pagaran su deuda en cuotas de australes indexados a moneda extranjera, pensando que sólo están pagando un 2 % anual.
No hay problema, existen tantos piches(2) que ellos mismos van a buscarlo.
Que le voy hacer, el Osito Bimbo NO me creó así.
(1) Dicese de la representación de un ser supremo y divino. Figura necesaria para poder jurar en vano sin caer en una blasfemia innecesaria. Un muñeco tomado al azar pero que realmente corresponde al logotipo de un pan lactal mexicano de amplia expansión comercial. Un oso polar - blanco y supuestamente puro - que se identificaría con la inocencia.
(2) Animal nativo de la llanura pampeana. Del mismo genero que un Peludo pero mas sabroso (ya que no come carroña) y fácilmente capturable de a pie. Un cautivo fácil y a la mano.
17/05/91. 21:32. Travel Time.
Los aires embriagantes dentro de mi persona me indican el verdadero camino del análisis. Escucho una distorsionada sintonía radial en una húmeda calle de Santa Rosa, una voz distante - pero reconociblemente teutonizada - del Tío de Damían Abadi: aquel cabrón de Mauricio que atrae mi atención. Empalagoso como nunca, preconiza que la madurez mental es alcanzada cuando se acepta la condición de ser un mísero mortal; pero que a su vez hay que contraponerse a dicha concepción, contradiciéndose con la sola meta de vivir en un estado de plena locura, considerándonos únicos y placenteros inmortales.
El objetivo es existir a pesar de todo.
Lo que valdría la pena es percibir todo lo importante o insignificante que ocurre a tu alrededor, como si fuera la primera vez y la última que van a ocurrir; aunque esto haga cortocircuito en nerviosismo desordenado y llegue a la extrema necesidad de escribirlo todo, aunque sea en un billete de 100 Australes. Ahora me doy cuenta que tenía razón Diotavelli(3), cuando moribundo aclaraba: -"Cuando uno quiere transponer el curso de su propia historia, las mismas células toman el mando, transmutándose a si mismas"-.
Así la metástasis se dispersa incontrolada por doquier.
Pasan 48 horas. Todo se complica. Hubo alguien, quizás Rubinstein, que cuando le preguntaron si creía en Dios respondió : -"Oh, no, yo creo... en algo mucho mas grande ..."-. Pero hubo otro, quizás Chesterton que dijo : -"Desde que los hombres han dejado de creer en Dios, no es que no crean en nada, si no por lo contrario creen en Todo"-. El "Todo" que sería un secreto demasiado grande, ya que al revelarlo resulta escasamente pequeño. Hay un solo secreto vacío: aquel que resulta escurridizo. Cuanto mas se niegan a revelar un secreto, mas se convencen los demás de su importancia, y mas seguros están que se trata de un verdadero secreto, ya que si hubiera sido falso ya lo habrían revelado"-.
No puedo pensar en Todo o en secretos mágicos si tengo que ponerme a razonar, y mas si aparecen miles de errores contrapuestos. Si al morir supiera cabalmente que tendré que encontrarme con los seres que conocí en mi vida terrenal, ¿Serían ellos como yo los recuerde o diametralmente opuestos?, pero tal vez o a la vez , serían ellos lo que no podrían reconocerme si muero de muy anciano. Si ellos ya habían expirado hace largo tiempo, sólo podrían reconocerme como un niño. ¿Sólo contactaré con gente conocida o tendré que convivir con muertos ancestrales, que conocieron mucho antes a aquellas personas que yo después conocí?. Así puedo llegar indefinidamente hasta el tronco original que dio origen a esa prole inmensa de la que yo fui una de sus tantas ramas.
¿Llegaré así a conocer al verdadero chosno?. ¿Podré entenderme espiritualmente con esos seres originales y caducos; o hablaran otro idioma, tendrán otras concepciones, tendrán formas de pensar distintas?. O ¿Ni siquiera tendré la necesidad de comunicarme, perderé el encanto de la curiosidad, llegaré a una paz que me deje exhausto y no necesitaré pensar mas en nada?.
Seguramente … Así tal vez tenga que autoexpulsarme de ese vacío.
¿Adonde terminaré en el secreto camino oculto de la eternidad?
(3) Personaje del Péndulo de Foucalt de Umberto Eco.
09/06/91. 1 1:44. Unknown Transferz.
La explicación tal vez pueda encontrarla en la invención de la "transferencia desconocida". Al dejar de existir, el alma y todos los conocimientos acumulados en la vida, cambiarían repentinamente de dimensión, a otro lugar y con otras personas que sufrieron ese mismo viaje, pero que siempre lo desconocen. El pasaje a la nueva etapa llevaría como premisa nunca saberlo realmente. Como si fuera una distinta y rara reencarnación. Pero en lo mas intimo del ser se tendría esa sensación de seguridad de que uno antes ya existió, aunque siempre la duda nos carcomiera. No saber adonde terminamos y tampoco saber de donde veníamos en este místico traslado. Nunca perderíamos nuestra propia identidad, seguiríamos siendo nosotros mismos viajando eternamente por estratos distintos a lo largo del infinito. Los lugares se equilibrarían con entradas y salidas manifiestas, hasta que las superpoblaciones de almas colmaran esos mundos virtuales, reventando asqueadamente desbordados.
Entes cayendo a la nada, por falta de cupo.
La salvación sería escapar, transmutándose a tiempo, antes que una entrada fatal en el minuto final ocurra. Los suicidas se pasarían cabalgando en dimensiones agotadas, antes que su pase les llegue naturalmente. Son tan ansiosos que no pueden esperar, se cansan fácilmente. Aunque ellos nunca lo sepan verdaderamente, sabrían de alguna manera que están en otra dimensión, pero nunca el porque siempre estarían cansados de viajar. Ese circulo vicioso sería su verdadero castigo por cobardes.
14/07/01. 16:02. Sisee.
Los cardos quemados, las llamas extinguibles pero expectantes ante una futura helada, recrean nuevas sensaciones en mi hasta ahora ignotas. El vuelco que ocurría en mis órganos al pensar en el vacío parece haber desaparecido, con renovadas ansias ahora de experimentarlo.
Horas antes S. King, me traía imágenes que llegaban a horrorizarme : -"Considerando que hasta un minúsculo grano de arena, podría representar extensas galaxias formadas por sus átomos girando incansablemente enloquecidos como planetas desorbitados. Todo acabaría desde un patético punto de observación, si una pisada imprevista sobre la playa, eliminaría por presión todos aquellos mundos imaginariamente habitables "-(4).
Todo se reduciría a una proporción relativa de tamaños. Como si el infinito sería finito por un microsegundo, en un microcosmos irreal como para poder ser medido. El fin del no fin llegaría en un punto, como si pudiéramos rasgar una película tenuemente invisible para llegar al mas allá de lo medible.
¿Qué habría después?. ¿Qué veríamos?. Nuevos horizontes al pasar por el intersticio de otro grano de cuarzo con otro idéntico, con los sinnúmero que inundan superficies extensas frente al mar o aquella nada despreciable. Si fuéramos realmente la única pieza que creemos ser: ¿Existirá alguien que realmente lo sepa a ciencia cierta o es tan complicado que ni siquiera nadie se ha tomado el tiempo para preguntárselo?.
Por suerte aun no existe nadie que osó respondérmelo, sino nuevas complicaciones castigarían repetidamente mi tortuoso pensamiento.
(4) Extracto levemente modificado para plantear una hipótesis propia acerca de un infinito viaje a la eternidad. La Torre Oscura. Libro 1 : La Hierba del Diablo. Stephen King, 1990.
02/08/91. 9:30. Enough Reality from Now.
Basta. Me hundía en las tinieblas, en un silencio mudo y en una unión inefable. Perdía toda la igualdad y desigualdad, y en ese abismo mi espíritu se perderá a si mismo, y ya no conocerá lo igual de lo desigual. Y se olvidaran todas las diferencias, estaré en el desierto de lo silencioso donde nunca ha existido la diversidad, en la intimidad donde nadie encuentra su propio sitio. Caeré en la divinidad deshabitada, donde no hay obra ni imagen(5) .Basta. Me disponía a soñar: Parecía preferible.
(5) Extraído del Il Nome della Rosa. Casa editrice Valentino Bompraci. Umberto Eco, 1980. (455 pp).

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